La obra elegante y seductora, aunque a menudo surrealista, de Bourdin revolucionó el género de la fotografía de moda de la 2ª mitad del Siglo XX. Perfeccionista, retorcido y exigente casi hasta el límite de la crueldad, el fotógrafo francés Guy Bourdin era tan duro consigo mismo como con los demás: nunca quiso exhibir sus trabajos en museos o galerías, tampoco accedió a publicar libros y, por cierto, hasta el día de su muerte no concedió ni una sola entrevista.
Sobre todo es destacado por su revolucionaria visión de temas como la femineidad, la seducción, el erotismo y el deseo de consumo, Bourdin es ahora la figura central de una exposición que se está presentando en el centro cultural The Wapping Project, en Londres.
Una de las más célebres anécdotas relacionadas con el carácter implacable y perfeccionista de Bourdin tiene que ver con la actriz Ursula Andress, quien alguna vez se vio obligada a pasar siete horas tendida desnuda sobre una mesa de cristal, en espera de que el autor encontrara el tipo de rosa que mejor se ajustaba al color de su piel.
Muchos fotógrafos contemporáneos han expresado su aprecio por el trabajo de Guy Bourdin, incluyendo Nick Knight, David LaChapelle,Carlos Ruiz Sanchez y Jean-Baptiste Mondino.Guy Louis Banarès
